Aceite de Oliva Virgen Extra

Imagen tomada de www.abc.es

Los que seguís el blog ya sabréis que la base principal de todos mis jabones es el Aceite de Oliva Virgen Extra. Me gustaría hacer hoy una entrada especial dedicada exclusivamente a él.

El uso de este aceite para la cosmética se remonta cientos de años, incluso siglos. Aunque no hace falta irse tan lejos, seguramente muchas de nosotras recordamos como nuestras madres, abuelas, tatarabuelas... hacían jabón con este aceite tanto para la higiene personal como para la limpieza del hogar y la ropa.

Se trata de un aceite excelente para la elaboración de jabones naturales, ya que produce una barra dura y muy cremosa. La proporción puede variar, pero incluso es posible hacer un jabón exclusivamente de aceite de oliva al 100 %. Esta pastilla sería estupenda, el único inconveniente es que no produciría excesiva espuma y esta no sería muy persistente. Pero por lo demás obtendríamos un jabón estupendo, muy hidratante y nutritivo.

Es muy rico en ácidos grasos esenciales que contribuyen a la restauración natural de los niveles de humedad de la piel, principalmente en ácido oleico, que ayuda a la reconstrucción natural de las células de la piel. Es muy rico en vitaminas, principalmente A, D, K y principalmente E, vitamina antioxidante por definición que previene el envejecimiento prematuro. Es tonificante y reafirmante, y proporciona a la piel brillo  y elasticidad. Protege contra la agresión de los agentes externos del medio ambiente y además se ha descubierto que puede comportarse como un potente antiinflamatorio.  Algunos médicos y enfermeras que abogan por los remedios casero lo recomiendan incluso en las úlceras y heridas. También fortalece uñas y pelo.

Sus propiedades son infinitas. Y no sólo se utiliza en cosmética para la elaboración de jabones, sino también en cremas. Antiguamente se aplicaba   incluso directamente en la piel e en el cabello (principalmente si estaba seco o estropeado), resultando maravillosa para ambos. El inconveniente de usarlo directamente es su olor peculiar. En algunas ocasiones se mezclaba con otros ingredientes igualmente nutritivos: con miel para la piel, con huevo para el cabello, con harina de maíz (Maizena) para las dermatitis del pañal en bebés (esto lo he utilizado con mi hija en varias ocasiones y prometo que funciona). 

En definitiva, no sólo debe denominarse “Oro líquido” por sus beneficios en su ingesta, a nivel interno, sino también por su utilización en la piel, a nivel externo.