No quiero extenderme más en esto de dar las gracias, pero en la anterior entrada me he olvidado de dárselas a todas las personas que han estado a mi lado en estos meses, y que han sufrido tanto o más que yo cuando las cosas fallaban.
Comenzaré por mi madre, que siempre creyó en mí, que supo que sería capaz de realizar este nuevo reto de mi vida, y que me ayudó en mis primeras creaciones.
A mi marido, a quien en ocasiones he descuidado porque mi mente estaba enteramente ocupada por la creación de nuevos jabones. Por la paciencia que ha tenido conmigo, en cuanto al poco tiempo que le he dedicado, y … por qué no decirlo, porque nuestra casa parece una fábrica más que un hogar.
Y por último, a mi padre, que le tengo de “mozo”, yendo a recoger todos los materiales que voy encargando según voy produciendo los jabones.
Aunque este agradecimiento se extiende a todas aquellas personas, que directa o indirectamente, han estado a mi lado, me han apoyado y me han animado a continuar con esto al admirar y elogiar mis creaciones. A TODOS… GRACIAS.
Comenzaré por mi madre, que siempre creyó en mí, que supo que sería capaz de realizar este nuevo reto de mi vida, y que me ayudó en mis primeras creaciones.
A mi marido, a quien en ocasiones he descuidado porque mi mente estaba enteramente ocupada por la creación de nuevos jabones. Por la paciencia que ha tenido conmigo, en cuanto al poco tiempo que le he dedicado, y … por qué no decirlo, porque nuestra casa parece una fábrica más que un hogar.
Y por último, a mi padre, que le tengo de “mozo”, yendo a recoger todos los materiales que voy encargando según voy produciendo los jabones.
Aunque este agradecimiento se extiende a todas aquellas personas, que directa o indirectamente, han estado a mi lado, me han apoyado y me han animado a continuar con esto al admirar y elogiar mis creaciones. A TODOS… GRACIAS.
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